Padecimientos
La parálisis cerebral infantil (PCI) se refiere a un grupo heterogéneo de condiciones que involucran una disfunción motora permanente que afecta tanto el tono muscular, como la postura y el movimiento.
Esta condición se puede deber a múltiples factores que se deben a anormalidades del desarrollo cerebral fetal o infantil. El deterioro motor da como resultado limitaciones en habilidades funcionales y actividad, variando según su severidad.
Todos los niños con parálisis cerebral infantil tienen una función motora alterada, en diferentes niveles de afectación. Esta alteración afecta tanto a la postura, coordinación y equilibrio. Las intervenciones para la PCI se deben de comenzar en el momento del diagnóstico de sospecha para maximizar así la independencia del niño en las actividades funcionales diarias y reducir el grado de discapacidad.
Un tratamiento multidisciplinario en estos pacientes debe incluir un neurólogo pediatra, nutrición, odontología, entre otros, es necesario.
El manejo de la discapacidad motora del niño puede incluir las siguientes intervenciones:
Existen tratamientos enfocados a las condiciones asociadas que padezca cada niño como por ejemplo:
Se recomienda siempre tener un manejo multidisciplinario para evitar las condiciones asociadas previamente comentadas o evitar su progresión. Entre los especialistas que ven el seguimiento de los niños con parálisis cerebral infantil están los neurólogos pediatras, nutriólogos, odontólogos, traumatólogos, psicólogos, entre otros.
Se estima que la prevalencia general de parálisis cerebral es de aproximadamente de entre 2 y 4 casos por cada 1000 nacidos vivos en el mundo. La prevalencia de esta condición es mucho mayor en prematuros en comparación a los recién nacidos a término y va aumentando conforme menor sea la edad gestacional y peso al nacer.
Existen muchos factores que pueden influir en la presentación de parálisis cerebral infantil, tanto factores maternos durante el embarazo como los factores que se relacionan al momento del parto. Entre los factores más asociados están:
Existen factores maternos modificables durante el embarazo que también se han visto involucrados como el consumo de alcohol o tabaco durante el embarazo, obesidad materna.
De ahí la importancia de un seguimiento estrecho del control prenatal con al menos 8 consultas, según las últimas recomendaciones de la OMS y la realización del primer ultrasonido antes de las 24 semanas de gestación, además de la realización de los respectivos laboratorios durante el control prenatal.
Los síntomas de los pacientes con parálisis cerebral infantil varían dependiendo de la extensión del problema. En algunos niños se puede ver afectada la totalidad del cuerpo o podría limitarse a una extremidad o un lado del cuerpo.
Los problemas relacionados a este padecimiento se basan en:
El daño al cerebro puede llevar por consecuencia problemas neurológicos como:
Dentro de las complicaciones de la parálisis cerebral infantil, relacionadas a la debilidad muscular, la espasticidad y problemas de coordinación están:
Hay muchas más complicaciones que se observan en ciertos pacientes como el dolor crónico, problemas intestinales o enfermedades mentales, por lo que un manejo multidisciplinario en estos pacientes incluyendo un neurólogo pediatra, nutrición, odontología, entre otros, es necesario.
Control prenatal: Según las recomendaciones de la OMS, un adecuado control prenatal consta de al menos 8 consultas y la realización del primer ultrasonido dentro de las primeras 24 semanas de gestación. Un adecuado control prenatal es clave para reducir la probabilidad de parálisis cerebral disminuyendo los factores de riesgo relacionados a este padecimiento.
Medidas postnatales: Existen ciertas medidas que los pediatras deben realizar para evitar los factores de riesgo que pueden desencadenar en un futuro la presencia de parálisis cerebral en los niños. Ejemplos de estas medidas son mantener una ventilación adecuada, mantener una adecuada perfusión cerebral y evitar los desequilibrios metabólicos en el recién nacido, así como tratar cada padecimiento que se ha relacionado como factor de riesgo, por ejemplo, las infecciones.
La mayoría de los niños con parálisis cerebral infantil sobreviven hasta la edad adulta. Generalmente la esperanza de vida es más baja que la población en general, sin embargo, esto depende de la gravedad de la discapacidad.