Todas estas experiencias me llevaron a reafirmar mi convicción de especializarme en pediatría, la cual cursé en los hospitales del grupo Christus Muguerza, especialidad avalada por la UDEM y en la cual tuve la fortuna de ser seleccionado por mis profesores como jefe de residentes. Con la experiencia acumulada tanto en pediatría como en neurología básica, de forma natural llegó mi deseo de realizar una alta especialidad en neuropediatría.
Creo que a partir de un buen desarrollo neurológico el niño puede comprender y absorber mayor información para cumplir con el aprendizaje que le es requerido año con año y le permite vivir una vida más plena, por ello cursé la subespecialidad en Neurología Pediátrica en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), con rotaciones tanto en el medio privado (Hospital Zambrano Hellion y Hospital San José), como en el público (Hospital Regional Materno Infantil de Alta Especialidad). En este programa de neurología pediátrica también tuve la función de jefe de residentes.
A lo largo de mi preparación académica y práctica médica he realizado diversos cursos y certificaciones otorgadas por institutos y universidades de reconocimiento nacional e internacional como el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, la Sociedad Mexicana de Neurofisiología, la Universidad de Michigan, la Universidad de Duke, la Escuela de Medicina de Harvard, entre otros.
Te comparto mi trayectoria profesional y logros académicos porque quiero que tengas la certeza de que tus hijos estarán en buenas manos en caso de requerir atención especializada.
He tenido la satisfacción de ver cómo mis pacientes van creciendo y se van desarrollando adecuadamente, he podido ser testigo de sus logros y trato siempre de hacerles saber a sus padres que cuando las cosas van bien, solamente deben preocuparse por disfrutar a su hijo, pues es mi convicción buscar su bienestar y ofrecerles todos los servicios y herramientas que les permitan a los niños desenvolverse y sacar su potencial al máximo, para de esta forma lograr formar adultos de bien en el futuro, que puedan aportar a la sociedad y que vivan una vida plena y satisfactoria.
Déjame platicarte a detalle qué significa ser neurólogo, qué es lo que tratamos, cómo trabajamos y en qué casos es importante que consultes conmigo o alguno de mis colegas.
Un neurólogo es uno de los especialistas más complejos dentro de la medicina. Básicamente, se encarga del diagnóstico y el tratamiento de los problemas que afectan al cerebro, la médula espinal y los nervios.
Somos capaces de diagnosticar patologías muy diferentes, desde el Alzheimer hasta la dislexia y la demencia, pasando por trastornos de aprendizaje y enfermedades de mayor gravedad y rareza.
Cada vez existen mayores avances científicos y tecnológicos que nos permiten identificar una determinada causa de dolor o problemas, así como evaluar la eficiencia del estado mental, los reflejos y la coordinación, las funciones fisiológicas y mucho más.
Historia clínica
Esta es una de las herramientas más importantes y claves que tenemos los médicos para poder ofrecer la atención necesaria, pues se realiza un interrogatorio amplio, con preguntas tanto generales como específicas que permitirán llegar a un diagnóstico.
Exploración física neurológica
Al terminar el interrogatorio se realiza una exploración médica general (como la que se realiza en toda consulta), con el fin de conocer el estado de salud general de nuestro paciente. Después, se inicia con la exploración neurológica, donde dependiendo de la edad y situación del paciente, se realizarán una serie de ejercicios y maniobras para valorar su sistema nervioso.
Es sumamente importante evaluar el neurodesarrollo, explorar sus reflejos y habilidades, además del estado cognitivo del paciente, es decir, su memoria, lenguaje, atención, orientación y cálculo, claro, todo esto varía según la edad del niño.
Diagnóstico y tratamiento
Mi objetivo principal durante la consulta neurológica es juntar todas las piezas obtenidas en el interrogatorio y en la exploración física para poder obtener un diagnóstico y así poder iniciar un tratamiento.
En algunas situaciones, sobre todo en la primera consulta, es posible elaborar un diagnóstico presuntivo, es decir, una sospecha sobre el diagnóstico más probable que tiene el menor, pero será necesario realizar algunos estudios que confirmen el diagnóstico o descarten causas más graves.
Este tipo de estudios pueden ser desde los más comunes hasta algunos más específicos como:
Estudio neurológico no es sinónimo de gravedad
Aquí me gustaría hacer hincapié en que si llego a solicitar un electroencefalograma, resonancia magnética o una punción lumbar para estudiar los movimientos anormales o debilidad de tu hijo, no necesariamente significa que lo que tenga sea grave, sino que hay que descartar otras causas potencialmente graves por su seguridad.
Las urgencias neurológicas son todas aquellas situaciones o enfermedades, que debido a su gravedad requieren atención médica inmediata, ya sea para salvar la vida del paciente, para evitar tener algún tipo de secuelas o para descartar alguna otra enfermedad. Estas pueden ocurrir por algún evento provocado (como un golpe o un accidente) o sin una causa aparente. Algunos datos de alerta son los siguientes:
A pesar de lo impactantes y preocupantes que pueden ser, algunas de las urgencias más comunes sólo requieren observación, algunas otras unos días de internamiento y medicamentos, sin embargo, siempre es importante descartar que sea algo más grave.
El momento indicado para acudir a la consulta del especialista es siempre que exista la sospecha de alguna enfermedad relacionada con el sistema nervioso. Generalmente, el pediatra o médico general sugieren la visita al subespecialista, sin embargo, en muchas ocasiones, la decisión proviene de los padres al notar algún tipo de alteración en el comportamiento o en el desarrollo, lo cual permite llegar a un diagnóstico de manera rápida para iniciar un tratamiento específico.
Algunas de las enfermedades que atiende el neurólogo pediatra se encuentran:
En ocasiones, cuando se presenta una urgencia o se diagnostica algún padecimiento, es necesario que el niño permanezca internado en el hospital, pero ello no significa necesariamente que su condición de salud sea de gravedad.
El internamiento hospitalario nos permite brindar la atención necesaria, la seguridad de una mejor vigilancia con todos los recursos para cualquier situación y tener la posibilidad de realizar estudios especializados durante su estancia.
Muchos de estos padecimientos requieren un manejo multidisciplinario, pues si el pediatra a cargo del menor sospecha alguna enfermedad neurológica, yo, como especialista en neurología pediátrica, realizo una visita para detectar algún problema de esta índole.
La ayuda del especialista en neuropediatría es clave para poder llegar a un diagnóstico y un tratamiento óptimos, pues tiene la capacidad para realizar un interrogatorio y exploración médicas dirigidas, saber qué estudios solicitar y cómo interpretarlos.
De igual forma en algunas situaciones, es necesario la interconsulta entre diferentes especialidades, por ejemplo si se presenta una infección del sistema nervioso central como la meningitis, es posible que se requiera una interconsulta con el infectólogo para decidir cuál es el mejor antibiótico para este caso. Otro ejemplo puede ser un golpe grave en la cabeza en donde el neuropediatra requiera ayuda del neurocirujano en el caso de que el paciente llegue a necesitar una cirugía.
Así que no tengas miedo si el neurólogo pediatra de tu hijo te dice que necesita que lo internes en el hospital o que necesita interconsultar a otro especialista, comunícate con él, aclara todas tus dudas y ten en mente en que todo es para brindarle la atención que necesita.
Una vez que se realiza el diagnóstico y se inicia el tratamiento, debemos saber que la clave para lograr una mejor solución y pronóstico, sea cual sea la enfermedad en cuestión, es saber que no estamos solos y que somos un equipo.
El compromiso de los padres y del médico, junto con la adecuada comunicación y siempre despejar todas las dudas son el pilar de la neurología pediátrica.
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