Neuropediatra en Monterrey

Asesoría especializada. Acompañamiento constante. Instalaciones adecuadas.

¡Llama para agendar tu cita!

Padecimientos

¿Cuál es la diferencia entre autismo y asperger?

Inicialmente se llamaba Síndrome de Asperger al grado más bajo del Trastorno del espectro autista (TEA). Actualmente se opta por una nueva clasificación en el trastorno del espectro autista dado a que puede presentarse con múltiples afectaciones.

Cada niño es diferente en cuanto a sus habilidades, por tal motivo hoy en día se describe como trastorno del espectro autista a los pacientes que cursan con autismo sin deterioro intelectual ni del lenguaje lo que corresponde a Síndrome de Asperger.

¿Qué es el autismo o trastorno del espectro autista o TEA?

Es un trastorno del desarrollo neurológico condicionante de una afectación neurológica variable, se caracteriza por interacción social disminuida con deficiencia en el desarrollo de la comunicación a través del lenguaje verbal y no verbal e inflexibilidad en el comportamiento al presentar conductas repetitivas e intereses restringidos.

¿Cuál es la frecuencia  del TEA en México?

Se trata de un trastorno de alta prevalencia e incidencia, el cual ha sido subdiagnosticado en las últimas décadas. Sin embargo, las herramientas de las que se dispone en la actualidad y la investigación epidemiológica han hecho notar que este desorden es frecuente. En México no se cuenta con datos de prevalencia basados en investigación epidemiológica.

Son pocas las instituciones que realizan una recolección adecuada de tales datos; actualmente en nuestro país las estadísticas ofrecidas por el INEGI no son bien aceptadas por la mayoría de los expertos en el tema, ya que este instituto ofrece una cifra de casi 5,000 niños con autismo en territorio nacional, mientras que la tendencia mundial es de 1 en cada 160 niños con cierto grado de autismo.

¿Cuáles son los factores de riesgo para presentar autismo?

  • El TEA se ve influido por una variedad de factores ambientales, genéticos e incluso inmunológicos que actúan en momentos clave del proceso de desarrollo.
  • Estudios epidemiológicos han identificado fármacos, metabolitos, toxinas y nutrientes que incrementan el riesgo de esta alteración especialmente en el periodo prenatal.
  • Se ha propuesto que el sistema inmune y el eje cerebro-intestino-microbioma desempeña un papel considerable
  • La ingesta reducida en folatos durante el embarazo predispone a problemas del neurodesarrollo e incluso a trastornos neuropsiquiátricos en la edad adulta
  • La información actual disponible confirma que dosis elevadas de ácido fólico durante el embarazo aumentan el riesgo de presentar TEA por lo cual es de suma importancia el control prenatal durante el embarazo con los especialistas médicos.

¿Qué causa el autismo?

Las vacunas no producen autismo. Un factor controversial es la vacunación, principalmente la vacuna triple viral y el excipiente timerosal; sin embargo, esta y el resto de las vacunas no tienen ninguna relación con el desarrollo del desorden. Por lo que vale la pena reiterar, las vacunas no están asociadas al autismo, acorde con los metaanálisis actuales

La consideración inicial es de carácter neuroanatómico, con irregularidades en el giro frontal inferior y el cíngulo, corteza orbitofrontal y la amígdala. Las funciones de estas estructuras se muestran alteradas, manifestándose clínicamente como características no exclusivas del autismo, pero sí muy frecuentes, como:

  • La carencia de empatía, afectividad y cognición inadecuadas
  • Falta de reconocimiento en expresiones faciales, corporales y emocionalidad de los otros, lo cual es fundamental para una comunicación y sociabilidad funcional.
  • Se sugiere la presencia de alteraciones en la conectividad, tanto a nivel funcional como estructural.

A nivel histopatológico, en la corteza cerebral del paciente afectado, se han encontrado disrupciones radiales y tangenciales en la organización fundamental de las neuronas y de la glía.

¿Cuál es el papel de la genética en el TEA?

La presentación heterogénea del TEA tiene a la vez fundamento genético y epigenético, por ello también se han asociado un aproximado de 35 genes relacionados con la migración neuronal y la apertura de caminos de los axones.

Esto demuestra la asociación del trastorno con los genes que codifican la neurexina 1 y 3 (NRXN1 y NRXN3) así como del receptor GABA B3 (GABARB3), pudiéndose agrupar estos cambios en el polimorfismo de un único nucleótido.

Existen síndromes genéticos que cursan con autismo como:

  • Síndrome de Rett
  • Síndrome de Angelman,
  • Síndrome de Sotos
  • Síndrome de X frágil

¿Cómo se realiza el diagnóstico del TEA?

El diagnóstico es realizado por un neurólogo pediatra o neuropsicólogo mediante la aplicación de escalas validadas internacionalmente como lo es el M-CHAT acompañado de diversos estudios correspondientes. 

Dentro del diagnóstico del TEA, las características clínicas individuales se registran a través del uso de especificadores: 

  1. a) Con o sin déficit intelectual acompañante.
  2. b) Con o sin deterioro del lenguaje acompañante. 
  3. c) Asociado a una afección médica/genética o ambiental/adquirida conocida.
  4. d) Asociado a otro trastorno del neurodesarrollo, mental o del comportamiento.

¿Existe tratamiento para el TEA?

Ningún medicamento ha sido aprobado para el tratamiento de los síntomas cardinales del trastorno del espectro autista. La mayor evidencia para sustentar el tratamiento de un portador de TEA y su comorbilidad proviene de investigaciones recientes. 

  • La terapia neuropsicológica y del lenguaje es de gran ayuda para el tratamiento.
  • La terapia integrativa del comportamiento se refiere al análisis de comportamiento aplicado la cual representa la única terapia convencional que provee, mediante métodos basados en evidencia, una mejora marginal en los síntomas cardinales del TEA. Se encarga de tratar el comportamiento y está diseñado para que sus técnicas incrementen la sociabilidad apropiadamente y disminuyan la severidad o emergencia de comportamientos desafiantes. Se concentra en enseñar comportamientos específicos de manera sistémica repitiendo ensayos, ha tenido utilidad en mejorar la comunicación, la reciprocidad social y disminuir los comportamientos repetitivos. 

Los fármacos que se pueden utilizar son los antipsicóticos como la risperidona para el comportamiento agresivo, y el nootropil para estimular el área del lenguaje. así como metilfenidato en caso de comorbilidad con TDAH.