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Padecimientos

Síntomas y causas de Epilepsia en niños

Existen distintos tipos de convulsiones, cada uno con un conjunto diferente de síntomas. La mayoría de estas duran solo unos segundos o minutos. 

Los síntomas de epilepsia que se presentan varían según el tipo de convulsión. En la mayoría de los casos, un niño con epilepsia tendrá el mismo tipo de crisis de cada episodio por lo que los síntomas serán similares en cada uno, siendo un dato de alarma el cambio de características entre ellos y un motivo para buscar atención médica o su valoración por el neurólogo pediatra.

Los niños que tienen convulsiones que son de tipo “tónico-clónico” a menudo:

  • Pierden el conocimiento
  • Se ponen rígidos de las cuatro extremidades
  • Tienen movimientos bruscos.

En las convulsiones focales, que pueden ser con o sin pérdida del conocimiento, generalmente se presenta con:

  • Movimientos espasmódicos involuntarios de una parte del cuerpo, como el brazo o la pierna
  • Síntomas sensoriales espontáneos como la sensación de hormigueo, mareo o luces parpadeantes.

¿Cuáles son sus causas? 

Las causas de las convulsiones y la epilepsia se pueden clasificar en términos generales en seis categorías: 

Genético: la mayoría de las epilepsias de origen genético comienzan en la infancia. Generalmente las pruebas de neuroimagen suelen reportarse normales y es necesario la realización de pruebas genéticas específicas para su diagnóstico. 

Estructural: cualquier daño a la corteza cerebral podría ocasionar una convulsión. Entre las causas posibles están los traumatismos craneoencefálicos, isquemia o hemorragia. La epilepsia puede resultar de daño crónico como la asfixia perinatal o accidente cerebrovascular intrauterino.  

Metabólico: la deficiencia del transportador de glucosa, síndromes de deficiencia de creatina y citopatías mitocondriales son algunos de los ejemplos de origen metabólico de epilepsia. Algunas convulsiones se pueden desencadenar por un estado metabólico alterado agudo como fiebre alta, hipocalcemia o hiponatremia. 

Inmune: en situaciones de inflamación del sistema nervioso central ocasionada por sistema inmunitario se podría desencadenar la epilepsia. Ejemplos de estos padecimientos son la encefalitis de Rasmussen y la encefalitis del receptor anti N Metil D aspartato. 

Infeccioso: las infecciones son la causa más común de epilepsia en todo el mundo. Ejemplos de estas infecciones están VIH, neurocisticercosis, malaria, tuberculosis y secuelas de meningitis o encefalitis previas. 

Desconocido: en ocasiones el origen de la epilepsia es desconocido posterior a realizar pruebas específicas que descarten todas las otras posibles causas más comunes.

¿Qué es la epilepsia? 

La epilepsia es un padecimiento que causa crisis neurológicas reiteradas, que aparecen a causa de actividad eléctrica anormal en el cerebro. Estas pueden producir convulsiones (temblores repentinos), desmayos o movimientos o comportamientos extraños. Este padecimiento puede comenzar a cualquier edad. 

La convulsión representa la expresión clínica de descargas anormales, excesivas o sincrónicas de las neuronas que residen principalmente en la corteza cerebral. Esta actividad anormal es intermitente y por lo general autolimitada, con una duración de segundos a pocos minutos. 

La epilepsia puede surgir de una variedad de causas:

  • De origen genético
  • Estructural
  • Metabólico
  • Inmunitario
  • Infeccioso
  • o desconocido.

¿Cómo se trata? 

La epilepsia en los niños se trata con medicamentos anticonvulsivantes. Es necesario una previa valoración por el neurólogo pediatra y la realización de exámenes diagnósticos para realizar un manejo específico. 

Los medicamentos anticonvulsivantes no pueden en sí curar la epilepsia pero ayudan a controlar las crisis neurológicas y con ello aumentar la calidad de vida y evitar los efectos en el neurodesarrollo de los niños. 

Hay muchos tipos de medicamentos anticonvulsivantes, de los cuales el neurólogo pediatra será quien pueda escoger el más indicado para cada niño según el tipo de epilepsia y padecimiento que tenga. 

Existen además otras opciones de tratamiento que pueden ser útiles en el manejo de la epilepsia, de los cuales el neurólogo podrá recomendar según el diagnóstico específico realizado.

Ejemplos de estos métodos son las dietas especiales por ejemplo dieta cetogénica, uso de procedimientos quirúrgicos o colocación de dispositivos como el estimulador del nervio vago para ayudar a controlar las crisis neurológicas.

¿Cómo evitar las crisis neurológicas? 

Ya realizado el diagnóstico de epilepsia y teniendo su seguimiento con el neurólogo pediatra, es importante seguir recomendaciones para evitar las crisis neurológicas, entre las cuales están las siguientes: 

  • Tomar adecuadamente los medicamentos anticonvulsivantes. Esto es llevar un horario específico y evitar interrumpir o cambiar horarios o tomas de estos. En caso de que no se pueda obtener el medicamento específico, se recomienda acercarse con su médico para valorar el cambio de este o resolver problemas de su disponibilidad. 
  • Evitar la falta de sueño y promover el descanso. Es muy común que factores como el desvelo sean los desencadenantes de crisis neurológicas. 
  • Llevar una alimentación balanceada. 
  • Llevar un buen control con las citas de seguimiento. Es muy importante llevar siempre el control necesario de las citas con el neurólogo pediatra en especial en pediatría ya que conforme van creciendo, puede haber cambios necesarios en la dosificación de los medicamentos.

¿Cuándo se le debe llamar al médico?

Siempre que se tenga ya el diagnóstico y un tratamiento establecido, se establece también un plan en el cual se indica cuándo será necesario llamar al médico o buscar atención médica. 

Algunas crisis neurológicas son emergencias médicas y se debe llamar a una ambulancia o buscar atención médica si: 

  • Crisis neurológica con duración mayor a los 5 minutos. 
  • Varios episodios de crisis que se repiten en múltiples ocasiones en poco tiempo 
  • Datos de dificultad respiratoria durante la crisis. 

Existen además datos de alarma que son necesarios los conozca su neurólogo pediatra, como los siguientes: 

  • Presencia de crisis neurológicas más seguido. 
  • Crisis neurológicas que empeoran o cambian sus características previamente ya conocidas. 
  • Debilidad en las extremidades que no desaparece tras una crisis neurológica. 
  • Cambios en el estado de ánimo o patrón de comportamiento habitual del niño. 
  • Pérdida del equilibrio o presencia de debilidad tras una crisis neurológica, cuando previamente no existía. 
  • Presencia de efectos secundarios de los medicamentos.

La importancia de acudir con el experto

Los neurólogos pediatras son los expertos en el diagnóstico, tratamiento y manejo de los niños con epilepsia, quienes posterior a un interrogatorio detallado y la realización de pruebas diagnósticas como el electroencefalograma, podrán establecer diagnóstico específico y la etiología de la epilepsia. 

Llevar el seguimiento adecuado permitirá al niño mejorar su calidad de vida, evitando los efectos que conlleva al neurodesarrollo el tener crisis neurológicas mal controladas.